Por Carlos Cortés
Un corazón hecho trizas
Una taza humeando,
Un vidrio triste como testigo
De los que no saben a dónde van
La confusión de los sonidos
El acorde de la guitarra llora sin lágrimas
Mientras recuerdo tu voz
He recorrido otros tiempos
Lo puedo sentir en mi agitación
No puedo reconocer si hay más vivos que muertos
O solamente permaneces tú
Soñando conmigo en nuestro Café Azul
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